siempre pensé que el amor era ese sentimiento que mueve al mundo y transforma a las personas, idealizando un mundo cursi, decidí caminar, recuerdo muy tenue que almorzar huevos con jamón no era el desayuno ideal, y entonces opté por un café y un pedazo de pan, y aún así mi estomago tenía un vacío inmenso, todas las tardes, recuerdo claramente, escuchaba música romántica y el sabor de las letras era agridulce, maquillaba mis desquiciantes ojos, y no lucían igual de bellos que hoy cuando se hallan sin maquillaje...
Fue entonces, cuando la falsedad del sonido me susurró que algo extraño había tomado a mis venas, haciéndolas prisioneras de un veneno falto de credibilidad.
Empezaba de pronto a sentirme atolondrodada, y el humor cambiante se tornaba con la noche a un momento dulce y palidez espiritual, y de pronto, la sinrazón, se ponía extasiada, y pronto con un juego de palabras, escarvaba entre mi pasado, para no aceptar el presente...
Y si me hallo de pie, juro por mi credibilidad como idonea farsante, que me caigo y el suelo no me hace nada, era justamente eso, una especie de burbuja que protegía a mi corazón, pero de pronto, entre más quiero huir y evadir la tormenta de hielo, me es casi imposible omitir ese juego de insensibilidades de que quiero hacerme prisionera....
Falta que mi cordura lo permita, ante todo ello, está primero, aceptar que tengo miedo, y entonces ello quiza me haga renunciar a lo que infiero debe doler entre más avanza, es tan mágico sentirse enamorado, como tan analógico es sentirse prisionero del temor de perder la razón, más aún cuando el que escribe, es quien capta las emociones y las congela al paso que la verdad me dice cada noche antes de dormir, ¿no qué no?, y entonces la vida misma, me pone un entredicho, imposible enamorarse, jamás...y mientras exista, hay que asumirlo =)!!!
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